lunes, 29 de noviembre de 2010

Me presiento en tu ausencia

He cenado solo,
esta hora miserable no encuentro recuerdo de buen padre;
porque en la vida hay horas miserables,
también deben haber buenos padres,
pero hubiera gozado buenos choclos a la mesa;
y del trigo al pan no habrían enigmas impenetrables.

Soy una esperanza inacabada.

"La Tumba de las Luciérnagas"
Pendejo;
no era necesario me enteraras
el hijo que te jodió la vida,
había necesidad?
acaso yo te abrí las piernas?
o, creí en tus fétidas promesas?

He cenado solo,
la luna está más cerca que nunca
mis lágrimas alcanzan tus recuerdos, y
mi panza de trece abriles gime, gime, y,
la calle avanza y,
soy superado por el vértigo del camino y,
me desvanezco para tu gracia.